Princesa ♥ (+18)

Autora: Daleth (@_anothershadow)
Título: Princesa
Número de capítulos: one-shot
Participantes: KaiHyun/KaiBaek (Kai & BaekHyun de EXO)
Género: AU, humor, romántico
Advertencias: lemon
Autorización: +18
Sinopsis:

"Kim JongIn, maldito y estúpido Kim JongIn... BaekHyun lo odiaba con toda su alma, era egocéntrico, estúpido y narcisista, y para colmo no tenía nada mejor que hacer que llamarlo constantemente "princesa"... Pero ya se encargaría de darle su merecido..."

 ~.~.~



-¡Princesa!

BaekHyun dio un bote en su silla y se encogió un poco, gruñendo por lo bajo. Había reconocido perfectamente aquella voz y sabía que se refería a él, pero prefería ignorarla todo lo que pudiese.

-Princesa, ¿es que no escuchas? -comentó burlonamente el dueño de la voz una vez llegó hasta él-. ¿Tanto tul rosa te ha dejado atontado?

Byun BaekHyun cogió aire y contó hasta diez antes de enfrentar la estúpida cara de Kim Jongin, el idiota de turno que le puso el dichosos mote de [i]princesa[/i].

-¿Qué quieres ahora? Habla rápido y lárgate.

-Busco a mi primo.

¡Ah, cierto! El dichoso niñato -dos años menor que BaekHyun- había aparecido por arte de magia en su vida porque era el primo menor de su mejor amigo, ChanYeol.

-No sé dónde está, posiblemente detrás de ese chico de intercambio... Kris... o cómo se llame...

-Joder... está como una cabra, siempre de aquí para allá.

-¡Oye, niñato! Ten cuidado con quién te metes -gruñó el mayor, frunciendo el ceño.

-¿Qué pasa? -genial, había conseguido que volviese a su forma de ser burlona, estaba mejor cabreado...- ¿Te gusta mi primo y por eso lo defiendes, princesa?

-¡Que no me llames princesa, estúpido!

Jongin rió escandalosamente, era demasiado divertido y fácil meterse con aquel chico, y eso que todo había comenzado sin querer... ¡No tenía la culpa de haber confundido sus rasgos finos y delicados con los de una chica! Que no fuese tan femenino.

-Venga, princesita, no es necesario que te enfades -Kai, como lo llamaba ChanYeol, le apretó los mofletes mientras sonreía-. Algún día encontrarás a tu príncipe azul y se acabarán tus disgustos.

-¡Pero serás...!

-Me voy~ -canturreó dejando al mayor con la palabra en la boca y a punto de abofetearlo.

-¡NI SIQUIERA SOY GAY! -gruñó hecho una furia antes de volver a sentarse e intentar relajarse, aunque no es que pudiese mucho...

-¡BaekHyunnie! -el chillido histérico de su compañera y amiga le taladró el oído-. ¡Acabas de hablar con Kai! ¡Y TE HA TOCADO!

-Ya, ya. Dime algo que no sepa, JeRa...

-Peroperoperoperoperoperopero... ¡te ha tocado! -estalló de nuevo la chica, entusiasmada-. Es taaaaaaaaaaaaaaaaaaan guapo...

Oh, claro, casi se le olvidaba otra vez. Kai, desde que había puesto un pie en ese instituto, se había convertido en el chico más popular. Las chicas suspiraban a su paso, trataban de tener algún tipo de relación con él e incluso lo seguían a todas partes. Cualquiera podría pensar que se trataba de un idol con su ejército de fans...

-JeRa, sabes que te aprecio mucho, pero... no pienso soportar tus delirios con él. Es un crío maleducado y sinvergüenza que no sabe ni donde tiene la cara -bufó poniendo los ojos en blanco-. Y un capullo -añadió en voz baja para sí mismo.

-Ain, BaekHyunnie... Si tanto te molesta que te llame princesa, imponte y demuéstrale que no eres ninguna chica -aquello definitivamente llamó la atención del muchacho.

-¿Qué propones?

-Sé como él.

-Como... él...

-¡Exacto! Entra en su juego de chico malo, amenázalo, métele una torta, ¡yo qué sé! Pero sé como él.

-Vale... -BaekHyun asintió algo indeciso-. Ya se me ocurrirá algo...

En realidad no estaba nada seguro, pero la teoría de su amiga tenía sentido y eso era lo único a lo que podía agarrarse en esos momentos...

~.~.~
 
Le costó hacerse a la idea de su “nuevo yo” cuando se miró en el espejo antes de salir, pero todo fuese por cerrarle la boca a Jongin.

BaekHyun llevaba el pelo castaño sin peinar, cayendo el flequillo rebelde sobre sus ojos ligeramente delineados para resaltar su color miel. La camisa por fuera y con algunos botones desabrochados, sin la corbata por supuesto. Había sustituido los pantalones del uniforme por unos vaqueros negros que se ajustaban perfectamente a sus piernas, decorados con numerosas cadenas de diferente grosor y longitud y un cinturón de tachuelas. Los pies cubiertos por unas botas militares igualmente negras y, para rematar, algunas pulseras de pinchos.

Le sonrió a su reflejo para darse fuerza y valor y salió de casa planeando el que sería su primer paso. Tan sumido en sus pensamientos iba que no se dio cuenta de las miradas que le dedicaban sus compañeros conforme iba entrando al instituto. No era para nada algo normal ver al tímido y serio Byun BaekHyun de esa forma que las chicas ya habían clasificado como “jodidamente atractivo”. Algunos hasta comenzaron a compararlo con Kim Jongin...

El castaño entró a su clase tranquilamente y soltó su mochila sobre la mesa para poder salir al pasillo mientras hacía tiempo.

-¿Princesa?

BaekHyun reprimió un gruñido, tenía que permanecer impasible frente a Kai si quería que su plan saliera bien.

-Niñato -contestó a modo de saludo.

-¿Dónde has dejado tu diadema? -bromeó el moreno cogiéndole un mechón de pelo.

-Junto con tu inteligencia, desaparecida en combate.

Sonrió de medio lado al notar el desconcierto en los ojos del menor. La espontaneidad era uno de sus puntos fuertes y no requería de mucho trabajo para contradecir las estupideces de Jongin, al menos ahora que lo pensaba todo más fríamente.

-¿Ahora te has vuelto un rebelde sin causa?

-¿Ahora te das cuenta? -le devolvió la pregunta BaekHyun, divirtiendo enormemente al menor con aquella discusión.

Kai jugó un poco con el mechó de pelo que aún tenía entre sus dedos mientras acorralaba al castaño contra la pared.

-Creo que te he juzgado mal, princesa -le susurró cerca de su cara, colocando las manos a ambos lados de la cabeza de BaekHyun.

El castaño tragó en seco, nervioso. Sentía que su corazón iba demasiado rápido y que el aire no entraba en sus pulmones. Los ojos de Kai eran brillantes y de un negro intenso que lo dejaba totalmente hipnotizado. Sus labios gruesos se extendían ligeramente en una pequeña sonrisa arrogante, moviéndose de vez en cuando en palabras tranquilas, cargadas de sensualidad, y su tono de voz ronco no ayudaba en nada.

BaekHyun creía que se iba a morir, aquello era demasiado para él. Se agarró con fuerza al pecho del menor buscando inútilmente alguna reacción que acabara con aquella escena tan tensa -para él claro, el otro disfrutaba de lo lindo-.

Al final, sonó la campana dando inicio a las clases y a la avalancha de estudiantes que se dirigían a sus aulas. BaekHyun vio el cielo abierto al notar cómo Jongin se alejaba un poco de él.

-Esto va a ser muy divertido, princesa -le dijo a modo de despedida antes de perderse por los pasillos.

El chico se llevó una mano al pecho, aspirando una gran bocanada de aire. ¡Por fin podía respirar tranquilo!

Entró a su clase y se sentó, tratando de recuperarse. Tenía la sensación de que con aquella escenita solo había conseguido empeorar las cosas entre ellos dos. Le esperaba un día muy movidito...

~.~.~

Y tal y como se había imaginado, los encuentros con Kai durante la siguiente semana no pararon de repetirse. Desde simples choques por los pasillos hasta encerronas en el baño o discusiones en mitad del patio. Por eso, cuando el timbre que avisaba del final de las clases aquel viernes sonó, BaekHyun estuvo a punto de gritar de alegría. Los acercamientos innecesarios con los que Jongin solía dar por terminadas sus discusiones estaban haciendo mella en él. Definitivamente acabaría loco... Aunque su felicidad duró poco, demasiado poco tal vez

Mientras iba por los pasillos camino a la salida, un brazo salido de no sabía dónde lo agarró de la camisa y lo obligó a entrar a una de las aulas inutilizadas por las obras.

-¿Pero qué...? ¡KAI! Debía haber supuesto que tramabas algo.

-Más bajito, princesa, sino nos pillarán -comentó a modo de saludo Jongin, cerrando la puerta con llave y escondiendo esta en sus pantalones.

-¡PERO SI ESO ES LO QUE QUIERO, ESTÚPIDO!

De pronto, el menor se abalanzó sobre BaekHyun, dejándolo medio tumbado sobre una de las mesas y aprisionado bajo el peso de Kai.

-He dicho más bajito... [i]princesa[/i]... la última palabra la pronunció saboreando cada sílaba, con su seductor tono suave y ronco, ese que conseguía que el cerebro del castaño se desconectase-. ¿Has entendido?

BaekHyun asintió lentamente con la cabeza, aún algo aturdido.

-No te he escuchado.

-S-sí... lo he entend...

Y en cuanto el mayor abrió la boca para decir esa simple oración, Kai aprovechó para invadirla con su lengua a la fuerza, pero lo cierto era que el otro no ponía mucha resistencia. Necesitó de algunos segundos más para que su cerebro procesara toda la información y lo despertara de su pequeña ensoñación, empujando a Jongin en el proceso hasta separarlo por completo de su cuerpo aunque siguiese inmovilizado por las muñecas.

-¡¿Qué demonios haces?!

-Se acabó el juego, princesa -le susurró antes de morderle ligeramente el lóbulo-. Los dos estábamos deseando esto -le jadeó en la oreja, haciendo que un escalofrío de placer recorriese por completo a BaekHyun.

Sin esperar una respuesta por parte del otro, el moreno bajó hasta su cuello, lamiendo toda la piel que estaba a su disposición, succionando con fuerza para dejar marcas.

BaekHyun no se podía creer que se estuviera dejando hacer tan tranquilamente por el que, se suponía, era la persona más odiosa del planeta. Por eso, reuniendo lo poco que le quedaba de raciocinio y de fuerza de voluntad, se dispuso a separarse de Kai. Primero intentó zafarse del agarre en sus muñecas, pero, cuanto más lo intentaba, más fuerza y presión ejercía el menor; así que, aprovechándose de su flexibilidad, logró interponer una de sus piernas entre ambos y propinarle una patada en el pecho al otro que le hizo retroceder.

En cuanto se separaron, BaekHyun se incorporó jadeante, mirando a Jongin con una mezcla de victoria y placer que al chico le pareció terriblemente atractiva.

-Así que te va el juego duro, ¿eh, princesa? -una media sonrisa se expandió por su rostro moreno en señal de diversión-. No sabes cómo me pone eso.

El castaño sintió un pinchonazo de placer en su bajo vientre al escuchar esas palabras. Por muy escalofriante que le resultara, aquella situación lo estaba excitando mucho. En ese momento decidió que era ahora o nunca, le daría una lección a Kai en su propio terreno.

Se levantó de la mesa y se dirigió con paso rápido hacia donde estaba el otro, cogiéndolo por el cuello de la camisa en cuanto estuvo frente a él. Jongin se le quedó mirando, dejándolo hacer, observando con ojos hambrientos como la pequeña princesa tiraba de su camisa rompiendo varios botones y desabrochándosela por completo. Aunque lo mejor y lo que le hizo perder el sentido fueron las sutiles caricias que el mayor le fue dedicando por todo su pecho mientras atacaba con desenfreno sus labios. Kai lo cogió con fuerza por la cintura, pegando aún más sus cuerpos y tomando el control de aquel beso que lo estaba volviendo loco.

BaekHyun sentía que se estaba vendiendo, pero el placer que recibía y la idea de hacer algo prohibido con alguien tan excitante como Kai disparaba su adrenalina y mandaba muy lejos lo que le quedaba de razón. Jongin le cogió fuertemente del culo, sacándole un gemido que sonaba a música para el menor.

-Era cuestión de tiempo que te rindieses, princesa -el moreno sentó a BaekHyun sobre una de las mesas y se coló entre sus piernas, acariciándole el interior de los muslos, muy cerca de su entrepierna.

-Mierda, Kai~ -gimió ligeramente el mayor, permitiendo que el otro atacara su cuello, dejando nuevas marcas-. T-tócame... por favor...

El moreno sonrió con superioridad. Le había costado mucho trabajo hacer que [i]su princesa[/i] cayera en sus redes, aunque realmente merecía la pena solo por tenerlo frente a él completamente sonrojado y pidiéndole más.

Se quitó por completo la camisa y se dispuso a desnudar al mayor lentamente, abriéndose paso con su lengua por su pecho blanquecino hasta llegar a su cadera para quitarle el cinturón. Kai volvió a los labios del castaño mientras le desabrochaba los pantalones y colaba su mano en su ropa interior, acariciando con la punta de su dedo índice toda la extensión de BaekHyun, quien ahogaba sus gemidos en la boca de Kai, mordiendo y succionando sus gruesos labios.

Animado por los pecaminosos sonidos que dejaba escapar el mayor, Jongin comenzó a masturbarlo lentamente, a un ritmo constante y enloquecedor.

-Ah~ Kai... m-más~ -BaekHyun se agarraba con fuerza a los hombros del moreno, gimiéndole descaradamente al oído.

-Joder, princesa... no veo el momento de follarte como nunca te lo han hecho.

Aquellas palabras calaron hondo en el cerebro del mayor, devolviéndole a la realidad. Inmediatamente, empujó a Kai cortando todo contacto con él.

-¿Qué... qué has... dicho? -preguntó algo jadeante.

-Que... te quiero... follar... Ya sabes, tener sexo -Jongin se encogió de hombros, no creía que fuera algo tan descabellado después de lo que estaban haciendo.

-Es decir, que quieres estar arriba... que yo voy a morder almohada.

-Hombre... no esperarás que sea yo es que ponga el culo, ¿no?

-¡¿Y por qué no?!

-¡Por favor! -rió el moreno-. Mírate y mírame, princesa -el chico se fue acercando al mayor, acariciando con suavidad sus marcados abdominales-. Yo creo que está bastante claro.

-¡A mí no me vas a meter nada por ahí! -sentenció BaekHyun, cruzándose de brazos.

-Venga ya, princesa -Kai dejó un suave beso sobre los labios del castaño, tratando de relajarlo-. Te aseguro que vas a disfrutar mucho tener esto -dirigió la mano del otro a su abultada entrepierna- dentro de ti.

El mayor abrió mucho los ojos al notar lo duro y grande que tenía [i]eso[/i] Jongin. Definitivamente no podría meterlo en su cuerpo, ¡antes lo partía por la mitad!

-H-he dicho que no -repitió, poniendo distancia entre ambos, medio agazapado tras el viejo escritorio del profesor.

El menor dejó escapar una pequeña risita. Le parecía muy adorable la actitud del otro, pero en sus planes no tenía cabida nada “inocente” y se lo pensaba hacer saber.

Intentó acercarse de nuevo a él y, como activado por un resorte, BaekHyun salió disparado a la otra punta del aula.

-Vamos, ¡no hay tiempo para jugar al pilla pilla!

-¡Que no me tocas, he dicho!

Aquello era lo último... llevaba aguantando demasiado rato aquella erección como para que le jodieran el polvo...

Kai se pasó una mano por el pelo y miró de nuevo al mayor, relamiéndose los labios, como un león que había encontrado a su presa perfecta. Si quería guerra, la tendría.

Se dispuso a correr, de forma que ambos chicos comenzaron una carrera por la clase, tirando mesas y sillas por el camino; pero el menor tenía una clara ventaja sobre el otro y no tardó mucho en acorralarlo contra una pared, BaekHyun dándole la espalda al moreno.

-Creía haberte dejado claro que se acabó el juego -jadeó Jongin, rodeando posesivamente al mayor con sus brazos-. Ya no tienes escapatoria... te voy a follar hasta que me quede sin fuerzas.

El castaño se estremeció de deseo ante esas palabras, cada célula de su ser deseaba que aquella “amenaza” se hiciera realidad aunque lo poco que le quedaba de orgullo le impedía reconocerlo.

Dejó escapar un suave gemido al notar cómo Kai presionaba su erección contra su trasero. Aunque eso no era nada comparado con la sensación de sus expertas manos recorriendo cada rincón de su cuerpo.

-¿A qué... esperas? Si me vas a follar, hazlo ya -casi rogó el castaño.

-No, aún no... Tengo que hacerte sufrir un poco, princesa...

Kai se separó lentamente de él, sentándose en una de las sillas que había por allí tiradas.

-Desnúdate.

-¿C-cómo?

-Que te desnudes para mí. No puedo hacer mucho si sigues vestido...

Aquello le daba vergüenza de por sí, pero resultó aún peor cuando notó aquella mirada en el menor. ¡Prácticamente se lo comía con los ojos y todavía no había empezado!

BaekHyun cogió aire, tranquilizándose, y comenzó quitándose la camisa lentamente, dejando que acariciara sus brazos al caer al suelo. Después, con la misma lentitud, hizo que el resto de su ropa desapareciera hasta quedar completamente expuesto ante la lujuriosa mirada de Jongin.

-Ven aquí -ordenó acariciándose a sí mismo por encima de sus pantalones.

El mayor obedeció en silencio, sentándose en el regazo del otro. El moreno recorrió con la punta de la nariz el cuello y la clavícula del chico sobre él, aspirando su suave aroma.

-¿Quieres que te dé fuerte, princesa? -sus manos iban subiendo gradualmente por las piernas del chico, acariciándolas con delicadeza.

-S-sí -asintió lentamente, nublado por las ganas de más-. No puedo esperar más, Kai... métemela, por favor...

Jongin sonrió satisfecho, se había rendido a él definitivamente...

Sus manos fueron a parar al perfecto culo del castaño, dispuesto a prepararlo para que no le doliese mucho. Comenzó a acariciar en círculos su entrada metiendo un poco el primer dedo y sacándolo después, observando como el fino rostro de BaekHyun reaccionaba a cada sensación sobre su cuerpo.

Decidió no hacerlo esperar mucho más y le introdujo el primer dígito previamente ensalivado, haciendo que el mayor soltara un pequeño quejido.

-Relájate -le susurró en la oreja, usando su mano libre para atender a la erección del chico y distraerlo del dolor.

Antes de que se diera cuenta, tenía tres dedos dentro de su cuerpo moviéndose con fuerza, dilatándolo y arrancándole un gemido tras otro.

-Ah~ Kai... -BaekHyun se movía en busca de más contacto con el menor-. N-no puedo... más~

-Aguanta, que aún queda lo mejor.

Sin perder más tiempo, Jongin sacó sus dedos y se desabrochó los pantalones. Levantó la cadera para bajarse ligeramente los bóxers manchados del líquido preseminal y cogió con firmeza su miembro por la base, dirigiéndolo a la entrada del mayor. Fue penetrándolo lentamente, permitiéndole al otro acostumbrarse a su tamaño.

Cuando entró por completo, el moreno cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, jadeante, procurando abarcar la ola de sensaciones que experimentaba. BaekHyun, por su parte, intentaba no gritar, sentía que aquello le quemaba por dentro, partiéndolo. Cerró los ojos con fuerza para evitar llorar, pero volvió a abrirlos al notar como el menor le acariciaba con suavidad una de sus sonrojadas mejillas.

-Tranquilo -le susurró con una sonrisa amable en sus labios-. Respira hondo y relájate. No me moveré si tú no quieres.

El mayor asintió con la cabeza, haciéndole caso. Poco a poco sintió como sus cuerpos se amoldaban el uno al otro a la perfección y decidió que ya estaba preparado. Se inclinó para besar al moreno suavemente, con cariño.

-Muévete.

Kai lo cogió con fuerza de la cintura saliendo un poco para volver a clavarse en él con fuerza, arrancándole un gruñido de placer. No tardó en continuar con aquella excitante decadencia saliendo cada vez más y entrando con mayor fuerza. Los gemidos de BaekHyun comenzaron a inundar la clase de nuevo, ahogados en el cuello del otro.

-Joder -gruñó Kai, jadeante-. Estás... tan... jodida... mente... estrecho... -remarcó cada palabra con una embestida, buscando aquel punto que debía volver loco al mayor.

Se levantó de la silla, haciendo que el castaño lo rodeara con sus piernas, y lo estampó contra la pared más cercana. En esa nueva posición, Jongin podía llegar más profundo y dar en aquel conjunto de nervios que sacó un gemido mayor a los demás a su princesa.

-¡Kai! Dame ahí~... Oh, Dios, sigue~

El moreno obedeció sin rechistar, dándole todo lo que quería, embistiéndolo sin descanso. BaekHyun lo cogió del pelo, atacando con voracidad su boca y pegándolo a su cuerpo.

-Gime mi nombre, princesa -pidió Kai cuando notó un cosquilleo extendiéndose por su vientre, avisándolo de que estaba por terminar.

El mayor asintió y se dedicó a gemirle al oído, buscando excitarlo aún más y llevarlo al límite aunque sabía que los dos estaban ya cerca del orgasmo. El moreno comenzó a masturbarlo con prisas sabiendo que no aguantaría mucho más y, efectivamente, BaekHyun no tardó nada en correrse aprisionando deliciosamente el miembro de Jongin y haciendo que alcanzara el orgasmo también.

Los dos se miraron jadeantes, acompasando sus respiraciones y latidos. Kai apoyó su frente contra la del otro chico, cerrando los ojos y relajándose.

-Esto... estoy ha sido fantástico, princesa... Sabía que tú eras diferente de los demás -se separó un poco de él para poder mirarlo a los ojos antes de besarlo por última vez en los labios.

BaekHyun le respondió con la misma intensidad, cogiéndolo del cuello para que no se separase de él jamás. Sin embargo, ese momento llegó cuando Jongin salió de él lentamente. La sensación de vacío que se apoderó del mayor le hizo desear que aquel momento continuase, que se quedasen encerrados en esa aula todo el fin de semana si hacía falta, pero estaba claro que no era posible...

Ambos se vistieron en completo silencio, casi sin mirarse, hasta que llegó el momento de salir. Kai se dirigió con paso firme a la puerta y sacó la llave maestra con la que había cerrado. Se lo pensó un poco antes de abrir y dejar pasar primero al castaño.

Al salir del instituto, se encontraron con los padres de BaekHyun que habían dio a buscarlo al no tener señales de él.

-¡Hijo! -la señora Byun se lanzó a abrazarlo con todas sus fuerzas-. ¿Dónde estabas? Estábamos muy preocupados...

El chico carraspeó nervioso, ¿qué podía decirles? Que acababa de perder la virginidad con un hombre desde luego que no.

-Ha sido mi culpa, señora Byun -el menor levantó la mano para hacerse notar-. Le pedí a BaekHyun que me ayudara con un problema que no entendía y se quedó conmigo en la biblioteca.

-¡Exacto! Eso ha pasado -sonrió nerviosamente-. Te quería avisar, pero me quedé sin batería.

-No te preocupes, al fin y al cabo lo has hecho por un amigo.

El castaño miró a Kai. ¿Eso eran? ¿Amigos? Porque lo cierto era que no tenía nada claro.

-¡Oh! ¿Le importa que vaya esta tarde a su casa? Aún tengo algunas dudas -aunque la pregunta iba claramente dirigida a la mujer, el moreno no despegó los ojos de su princesa, regalándole un guiño al final.

-Por supuesto que no, ven cuando quieras.

-Perfecto... entonces nos veremos luego...

Cuando BaekHyun se disponía a marcharse, el menor lo paró por última vez y le susurró:

-Ahora eres MI princesa, solo yo puedo tocarte -Jongin sonrió y se atrevió a dejarle un corto beso en los labios antes de dar media vuelta y comenzar a alejarse.

El mayor se le quedó mirando, sintiendo cómo enrojecía por momentos y acariciándose los labios. Su corazón latía con fuerza, queriendo salir de su pecho. Ya estaba deseando que Kai fuese a su casa...

Estaba a punto de volver cuando algo le asaltó: el motivo por el que todo aquello había comenzado.

-¡Eh, Kim Jongin! -llamó su atención a voces-. ¡YA NO PUEDES DECIR NUNCA MÁS QUE SOY UNA PRINCESA! -gritó, haciendo que el menor riera.

-No, ¡en realidad creo ahora más que nunca que eres como una chica!

-Pero... ¡SERÁS! -BaekHyun gruñó, frustrado, ya recordaba por qué lo odiaba tanto...

Fin